martes, 1 de marzo de 2011

Levantate ...

Me levante de la cama, y no sabía por qué demonios estabas ahí, parada en el portón de la casa, nunca hable contigo por más de 5 minutos, de hecho si te había visto 15 veces en mi vida, eran muchas, sin embargo llegaste a despertarme que porque según eso tenias algo muy importante que decirme.

Mas confundido que nunca en mi vida, solo opte por decir “espera, voy por mis cosas” y regrese a mi cuarto a tomar llaves de mi auto y mi cartera, y regrese a tu lado.

Algo aun no me cuadraba, yo siempre había hablado con tu hermana, no contigo, no entendía en mi mente que querías decirme o que era tan necesario que me dijeras, hace mucho tiempo que ya no hablaba con ella y peor aún, ya no me interesaba saber más de ella, no recordaba el motivo, pero fue un enojo tan encabronado que hizo que tuviera un problema biliar y yo terminara en el quirófano.

Sin embargo, recuerdo que te la primera vez que te vi, me entro la curiosidad de hablarte, no se cual fue la razón, pero se quedo solo en eso, en una curiosidad que no me anime a cumplir, creo que por mi mente me paso el que no te gustaría tenerme cerca de ti.

El camino fue muy callado, sin embargo se te notaban los nervios y podría jurar que estabas transpirando, aun así, mantuviste tu mirada firme hacia el frente y no volteabas a verme, ya avanzado el camino solo pudiste decirme “ella ya no está aquí”.

Me quede perplejo al escucharte decir eso, no por la frase o su significado, si no porque esa primera frase que dijiste después de que saliera de mi casa no sentía que fuera el motivo de tu visita, era muy simple, y como pensé antes, no me importaba lo que había pasado.

“¿Dónde está?” pregunte por cortesía creo, “hace 3 meses que se fue de la casa a trabajar a Guanajuato”, y seguimos caminando hasta un centro comercial, el porqué quisiste ir a ese lugar nunca lo sabré.

Llegando al estacionamiento, te detuviste delante de mi, me volteaste a ver con una sonrisa muy extraña y con la cara llena de lágrimas y sin más… me apuntas con una pistola y me dices “nos vemos luego” y sin más explicación disparas hacia mi pecho…

Lo único que puedo pensar es que comí demasiado pesado la noche anterior y como castigo divino tuve ese pinche sueño raro…

De rato.

2 comentarios:

  1. ¿Qué putas cenaste Lucio?, no jodas, ese no fue un sueño, fue una pesadilla, a ver si le vas bajando a las fritangas en la noche.

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  2. No mames Lucio, eso solo prueba que te gusta por el ano

    jajajajajajaja

    Es eso, o dentro de algunos dias moriras horrible y dolorosamente

    =)

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